El Futuro es Ahora

La noticia debería ser que para poder jugar Anthem uno debe estar pensando en qué tipo de pre orden realizó, y si de todas maneras a ese pago lo afecta si Mercurio está retrógrado o no.

O se podría hablar de cómo las loot boxes (que son las cajas que salen en los diferentes videojuegos con contenido adicional, algunas veces cambios cosméticos para personajes, objetos, armas, y demás, artículos que se pueden obtener gratis, o pagando… con dinero real, plata de verdad) fueron declaradas ilegales en Bélgica, o cómo algunas empresas tratan de escapar de la regulación que se le quiere hacer al tema diciendo que esto es censurar una expresión artística. 

La noticia podría ser cómo Call of Duty Black Ops 4 ahora aparte de ser un juego de U$ 60, con un pase de temporada (o season pass) de U$ 50, incluyó loot boxes para algunas cosas. Es decir: para algunos jugar Black Ops les supuso una inversión inicial de U$ 130. Y contando.

Pero no, la noticia es que hoy puse una partida de solitario en el computador, una costumbre que tengo desde hace algunos meses, después de almuerzo, y me salió esta imagen.

Lo que me parece increíble. Lo más terrible de todo esto es que me enteré que desde el lanzamiento de Windows 8.1, la aplicación de Solitario para Windows no estaba incluida en el sistema operativo, y se cobraba por ella. Ahora, en Windows 10, viene integrada, de nuevo, pero con publicidad. Y si uno quiere jugar varias partidas seguidas, hay que pagar una subscripción mensual.

Justamente ayer Microsoft lanzó un sistema de niveles para los diferentes juegos que integran la colección. Uno juega una partida, le dan puntos de experiencia, sube de nivel. Con estos niveles desbloquea diferentes… Bueno, todavía no se sabe. Hay, si a alguien le interesa, desafíos diarios, eventos, y todo el tipo de cosas que los juegos free to play ofrecen: juegue una partida hoy, compita, ahora disfrute de su periodo de refracción, o pague, si quiere seguir jugando.

Tener que pagar por una característica que ha venido siempre incluida en un producto (que, de todas maneras, uno ya ha pagado) parece ser la norma en estos días, lo que restringe un poco el campo de acción para los que le tenemos cierta reticencia a ese tipo de prácticas, porque para nosotros es algo ya conocido: no se pide dinero por la novedad.

El reciente éxito de Apex Legends puede dar el mensaje equivocado: la gente no va a pagar por adicionales en un buen producto, sino que va a pagar porque está esa opción. Y justamente por esto se quiere regular un poco el cuento de las loot boxes, aunque quedamos huérfanos ante otras de las prácticas como los season pass, algunos DLCs, o las mismas pre órdenes.

A pesar de que ya estamos invirtiendo parte de nuestros ingresos en videojuegos, la industria nos insiste que gastemos un poco más. Esto ya hace parte de nuestra cultura. No tenemos más que remitirnos al catálogo de juegos al que no le hemos podido dedicar tiempo, sea en la consola, o en Steam. Somos gamers más por el gasto que por vocación, lo que no deja de ser un poco triste.

Y sí, yo sé, esto es una reacción exagerada a una publicidad en Carta Blanca. Pero qué le hacemos. Uno tiene que poner un límite en algún lado.