Captain Tsubasa: Rumor of World Youth

New Heights in El Machino



La semana pasada, en Sound of Play, abrieron el podcast con una canción de Steamworld Dig 2, la sorpresa vino con el invitado: la banda sonora de este juego es una colaboración entre El Huervo y otros músicos. 

No quiero demeritar el trabajo de nadie más, pero a veces siempre hay nombres que llaman la atención: El Huervo. 

Si ese nombre no le es conocido, tal vez sí lo sea su trabajo: fue el que inspiró el estilo visual de Hotline Miami, aparte de colaborar en algunas canciones de esa banda sonora que, se puede decir con toda tranquilidad, marcó un hito en los videojuegos indies de los últimos tiempos: Hotline Miami se lanzó hace ya siete años, en 2012. La influencia de este juego es algo que podemos encontrar, todavía, en recientes lanzamientos. La sorpresa, entonces, fue descubrir que El Huervo había hecho algunos aportes a Steamworld Dig 2.

Y se nota.


No sé si John Wick es la película de Hotline Miami, o si Hotline Miami es el juego de John Wick.


El tema principal de Dorothy es una versión un poco menos tosca del tema de Rusty de la primera entrega de Steamworld Dig, que a su vez es una interpretación muy sentida de El Éxtasis Del Oro, la icónica canción de El Bueno, El Malo y El Feo. Bueno, hay que ser justos: toda la banda sonora de El Bueno, El Malo y El Feo es icónica.  

Pero el asunto no es ese. El asunto fue que apenas escuché que El Huervo estuvo en la banda sonora de este juego caí en la cuenta de por qué hubo una canción que duró semanas en mi cabeza. Una canción que no tiene nada que ver con batallas, ni escenas épicas o sangrientas: el juego procura no entrar en esos detalles. No. La canción hace parte de un escenario central del juego, un lugar al que vamos a volver con mucha regularidad. La canción se llama New Heights in El Machino, y me recuerda esa calma que uno siente cuando vuelve al Firelink Shrine en Dark Souls:



Si bien en Dark Souls la desolación es la norma, en Steamworld Dig 2 no se siente así. Hay un poco de esperanza. Es más, este juego no se toma tan en serio, y la trama transcurre de una forma calmada: Dorothy quiere encontrar a Rusty, lo que explica un poco por qué el personaje principal es mucho menos poderoso que en las versiones anteriores de la saga, algo que el propio God of War en sus múltiples instancias no ha sido capaz de explicar de manera convincente.

Dorothy encuentra un pequeño pueblo llamado El Machino, en donde puede mejorar su equipamiento, aplicarse modificaciones para hacer más fácil su tránsito en el mundo que se encuentra debajo de los demás robots que, cómo siempre, son tan inútiles que no quieren entrar a las minas, pero crean y mejoran las herramientas que le facilitan la vida. Es por eso que El Machino es un lugar crucial para el desarrollo del juego: sin él, muy probablemente Dorothy no podría cumplir su objetivo.

De este juego hay tres cosas que recuerdo muy bien. La primera, obviamente, es la canción de El Huervo que le da el título a esta entrada. La segunda es que las ilustraciones, animaciones, y el mapa, son demasiado bonitas, aunque no tanto como para terminar siendo empalagosas. La calidad en este aspecto es una constante que se mantiene en cada una de las áreas en las que se divide la mina principal. Eso sí, me parece que todo esto hace que uno no se sumerja en la angustia de lo que está pasando, hasta que es ya demasiado tarde.

La tercera cosa que más recuerdo es que, desafortunadamente, es un juego muy corto. Aunque creo que sobra el calificativo en la oración anterior, porque se puede entender que es algo que no vale la pena, y realmente no lo veo así.

Es más, resulta siendo una gran ventaja, ya que por esto mismo se presta que alguien como yo (y tal vez como usted), que no tiene mucho tiempo libre, sea capaz de dejar de lado las urgencias del día a día para disfrutar de un mundo atractivo, envuelto en un ambiente acogedor, durante un par de horas al día, muy de vez en cuando. Un juego perfecto para consumirlo en dosis pequeñitas, o en una sesión muy larga.

La primera vez que escuché de un juego llamado Steamworld Dig, pensé que era un caso de esos en los que se copia una idea exitosa para producir algo más o menos malo. En este caso, imaginé que era un Spelunky mediocre. Nada más lejos de la verdad.

Lo bueno de las ofertas de Steam es que no solamente hacen que los errores de uno cuesten literalmente menos, sino que se pueda encontrar joyas como esta a un precio ridículo.


New Heights in El Machino, o Cómo El Huervo inexplicablemente transmite esperanza con su música.


Steamworld Dig 2 salió en septiembre de 2017 para PC, Nintendo Switch, PS4 y PS Vita.




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